Cumplir años es algo común y casi siempre lo celebramos como una vieja costumbre que nos motiva, nos anima y en ocasiones, nos deprime de manera circunstancial.
Al enterarme que un amigo, compañero de trabajo cumplía un año más de vida, quise desearle los tradicionales saludos y parabienes, a sabiendas de que cada vez que cumplimos años, nos ponemos más viejos y se nos acorta el tiempo en el escenario de la vida.
Sin embargo, para el Licdo. Héctor Francisco Roque Acevedo, la tristeza nunca está unida a su nombre, cuando esto pueda ocurrir, entonces, CHUCHU, es quien responde con su profesionalidad y la humildad como estilo.
CHUCHU, además de buen compañero, exhibe su formación metódica, pausado y puntual; de él se pueden reunir ejemplos que regularmente acompaña con humor.
Todos creemos que CHUCHU ejerce los buenos modales que el humano necesita entre el comportamiento filial y el don sociológico que expresa su comportamiento evolutivo, más allá del silencio y la costumbre de vivir.
Por todo esto, sus amigos lo abrazan y lo quieren con seis letras ... CHUCHU.
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